Ciudad del Carmen
Bastante ha de haber costado a los españoles expulsar a los piratas ingleses que descubrieron los tesoros de la isla, como el palo de tinte. Se dedicaban a lucrar con la caza y pesca de su exótica fauna. Ubicada en la principal zona petrolífera del país, la isla presume una fauna muy variada–desde camarones, lagartos, iguanas o tortugas hasta venados, mapaches, conejos, tapires, ardillas, armadillos, ocelotes, entre otros – y también exuberante flora tropical, como la selva que puede encontrarse en sus manglares¬. Todo esto es motivo para que sus principales visitantes sean los amantes de la naturaleza que quieren disfrutar sus playas de arena fina y blanca.
Cuando se quiera dejar la playa, también la ciudad ofrece paisajes donde pasearse, desde el malecón, con sus puestos ambulantes y sus coloridas sombrillas, hacia el centro, donde puede encontrarse el Palacio Municipal y el Parque Zaragoza, las iglesias de la Señora de Carmen y de Jesús, el Museo de la Ciudad, una variedad de locales y puestos de artesanías, las viejas casas de estilo europeo y hasta el mercado de mariscos donde puede degustarse la gastronomía regional elaborada a base de crustáceos y vegetales de la región.